Ni los policías pudieron contener las lágrimas por Fernando

 Las lágrimas invadieron algunos rostros mientras estaba declarando el padre del chico asesinado en Gesell. 

 


Este lunes inició el juicio contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa. En ese marco, estuvieron sentados en el banquillo de acusados y se los vio con nervios y preocupación.

En el comienzo del proceso la jueza María Claudia Castro les pidió que se levantaran y quitaran momentáneamente los barbijos, los identificó uno por uno y luego les leyó las acusaciones que se les imputan.

Dos móviles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) trasladaron a Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi desde la Unidad 6 de Dolores hacia los tribunales. Hubo un fuerte operativo de seguridad durante el traslado, con unos 20 agentes del SPB y de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE) que custodió el móvil penitenciario.

Desde el tribunal integrado por los jueces Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari les advirtieron a los rugbiers que estén “atentos porque en este debate se va a resolver la situación procesal” de cada uno de ellos.

Fernando Burlando pidió pena de prisión perpetua

Tras la lectura de la acusación expuso el abogado querellante, Fernando Burlando, que pidió perpetua para los rugbiers acusados por el asesinato de Baéz Sosa: “El asesinato quedó registrado claramente que de acá en más solo hay que abrir los ojos. Los acusados deberán responder a título de coautores. Vamos a solicitar la pena de prisión perpetua”.

El abogado de los rugbiers pidió la suspensión del juicio

El abogado de los acusados por el crimen de Báez Sosa, Hugo Tomei, pidió la suspensión del juicio: “Solicitaré la suspensión del debate después de mis alegatos, se violó el principio de inocencia, hubo una imputación express”.

La solicitada fue rechaza más tarde por el tribunal que lleva adelante el juicio.

La mamá de Fernando Báez Sosa: “No tienen perdón”

La madre de Báez Sosa, Graciela Sosa, dijo previo al inicio del juicio por el asesinato de su hijo que los ocho rugbiers acusados por el crimen “no tienen perdón”. La mujer dijo que le gustaría saber por qué los acusados por el asesinato mataron a su hijo Fernando y consideró que son “tan cobardes” que no cree que le vayan a pedir perdón por el crimen del joven.

La mujer dijo mientras caminaba hacia los tribunales de Dolores, acompañada por su esposo Silvino Báez: “Nuestra vida es un calvario, levantarse y no estar con él no es vida”. Dijo que siente que su corazón “está destrozado, como una herida sangrante que no tiene cura”, y que tiene “un dolor muy grande”.

La desgarradora declaración del papá de Fernando Báez Sosa

Silvino narró ante los jueces que cuando, finalmente logró ir a reconocer a su hijo, “fue duro porque una parte de mi estaba tirada en una bandeja de acero inoxidable con la cabeza reventada”. Y continuó: “Estaba chorreando sangre por todos lados. No lo podía tocar”. Era estremecedor el relato del papá de Fernando a este punto de su testimonial.

“Señores jueces, acá estan escuchando el relato de un padre que ha perdido todo: ha perdido la felicidad, las ganas de vivir, de luchar, y perdió lo mejor de todo, que es el abrazo de su hijo. Dutrante mucho tiempo tuve una enfermedad en los riñones e hice un año y seis meses de diálisis. Me costó tanto… pero abría la puerta de casa y Fernando se colgaba de mi cuello: ‘¿Cómo estás papa?’, me decía. Y ese tipo que venía muerto de la diálisis terminaba mas vivo que nunca con el abrazo de su hijo. ‘Cuando sea grande te voy a dar mi riñón…’, me decía.

Con su relato Silvino hizo llora a varios en la sala, entre ellos, los guardias de seguridad que escoltaban a los imputados. Luego, se levantó y salió del recinto. El juicio se reanuda este martes.

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